Batman, the Dark Knight

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jueves, 27 de agosto de 2009

Batman # 10 (en Action Tales: Universo DC)

Título: Caín y Abel
Escritor: Igor Rodtem
Portada:
Fecha de publicación: Febrero de 2006


Caín dijo a su hermano Abel: ‘Vamos afuera’. Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató.

Génesis 4, 8



Hace unos días. Una vez más, las sirenas de la policía inundan la noche de Gotham. Un nuevo asesinato sin sentido desgarra las entrañas de una ciudad ya de por sí maldita: un hombre acaba de asesinar salvajemente a su propio hermano. Cuando llegan los agentes de la ley, el hermano asesino permanece de pie, sin ofrecer resistencia alguna, en un estado de aparente ausencia. No parece enterarse de lo que está ocurriendo. Tal vez ni siquiera es consciente de la atrocidad que acaba de cometer.

La policía no tarda mucho en reconstruir los hechos. Un asesinato cometido en plena calle, a la vista de las decenas de peatones que pasaban por allí. Un hombre mata a su hermano menor con sus propias manos, sin usar ningún tipo de arma, en una trágica equivalencia con el pasaje bíblico de Caín y Abel. Una mera coincidencia, si no fuera porque ya es la tercera vez que ocurre en las últimas semanas. Y en todas ellas los detalles coinciden: un hombre asesina a su hermano menor con sus propias manos, siempre al aire libre y sobre la misma franja horaria, alrededor del anochecer, sin aparente desavenencia anterior entre ellos, y sin mediar discusión alguna, y en todos los casos el asesino era encontrado en la propia escena del crimen, en estado ausente, recuperando el sentido al cabo de las horas y sin recordar nada de lo ocurrido (con la consiguiente estupefacción al enterarse del crimen cometido). Algo infeccioso se mueve por Gotham City...

Momento actual. Iglesia St. Peter, Gotham City. El reverendo Curtis observa a su congregación, tras hacer una pausa en la misa. El silencio reina en la amplia estancia, y tan sólo se oye a alguien toser tímidamente de vez en cuando. Afuera, el sol se está escondiendo, un día más. Pronto, la noche se apoderará de Gotham y, con ella, una multitud de demonios acecharán en cualquier esquina. El reverendo respira profundamente y se santigua con rapidez, un gesto que repite a diario y en varias ocasiones, durante su sermón. La iglesia, no tan grande como la fastuosa Catedral de Gotham, pero sí de amplias dimensiones, está prácticamente llena. El reverendo Curtis tiene una audiencia fiel, que acude a escucharle prácticamente a diario. Es un hombre de apariencia débil, pero de rostro duro y mirada penetrante, sin amigos conocidos, aunque aquellos que han tenido contacto con él afirman que posee una fe absoluta en su religión, y que tiene unas convicciones religiosas y morales muy claras y determinantes. Aquellos que acuden a escucharle a diario ven en él a un hombre apasionado, que se emociona, disfrutando y sufriendo a la vez, en cada sermón.

—Queridos hermanos. Para acabar la misa de hoy, os leeré un pasaje de la Biblia que me conmueve especialmente. Un pasaje que ya todos conocéis, y que no me canso de contaros cada cierto tiempo, pues en él da comienzo en realidad la maldad del ser humano. Un pasaje del que tenemos mucho que aprender, de nosotros mismos y del prójimo, de la maldad que habita en nuestro interior y de la bondad de nuestro Señor. Hoy os hablaré sobre Caín y Abel. Génesis, 4.

Y así, el reverendo Curtis continúa su sermón...

“Conoció el Adán a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: ‘He concebido un varón con el favor de Yahveh’.”

Una pequeña y destartalada habitación de un sucio hotelucho, en el corazón de Gotham. En la penumbra destaca la figura de un hombre. Está de pie, en medio de la habitación, sujetando una biblia entre sus manos, abierta justo a la altura del pasaje de Caín y Abel. Pero el hombre no lo lee. Lo conoce de memoria. Su mirada está fija en la ventana, pero no mira a ningún sitio en concreto, no ve nada, simplemente espera. Tan sólo reacciona al oír unos golpes en la puerta.

La Batcueva. Batman permanece sentado ante su ordenador, mientras realiza una llamada codificada. El nivel de seguridad no puede ser más alto.

—Oráculo, necesito esos datos lo antes posible.
—Ya va, jefe –Barbara Gordon, alias Oráculo, no oculta su genio–. Hago todo lo que puedo. No es tan fácil entrar en la base de datos de la policía.

Batman no responde. No siempre tiene acceso oficial a las investigaciones de la policía, por lo que en ocasiones debe recurrir a sus propios métodos. Oráculo es uno de ellos (sin duda alguna, el mejor método para conseguir cualquier tipo de información). Oficialmente, los tres asesinatos cometidos de forma similar no están conectados, y parecen resueltos, pues la policía ya tiene a los tres detenidos, y el comisario Akins le ha denegado a Batman el acceso a cualquier informe sobre ello. La relación entre Batman y el comisario no es todo lo fluida que le gustaría a Batman, y la policía sólo recurre a él cuando se ven sin más opciones.

—Ya los tienes –en cuanto es avisado por Oráculo, Batman no pierde tiempo y se pone a consultarlos–. Lo más importante son los análisis de sangre y orina.
—Me gustaría poder analizar por mí mismo la sangre de los tres detenidos.
—No creo que te lo permita el comisario Akins.
—No, lo ha dejado bien claro, pero al menos tú me has conseguido los datos que maneja la policía.
—De nada –Bárbara contesta con irónica resignación, no es fácil tratar con Batman, pero ya está acostumbrada.
—¿Les has echado un vistazo? –pregunta Batman, mientras su cerebro hace horas extras.
—Un poco. Básicamente verás que se descarta la presencia de cualquier tipo de droga o sustancia química que pudiera controlar a los sujetos. No parece que haya indicios de que los sujetos estuviesen controlados.
—Es cierto, pero eso no descarta cualquier tipo de control.
—¿Hipnosis, tal vez? –pregunta Bárbara.
—Es una posibilidad. ¿Y qué más tienes para mí, Oráculo? ¿Alguna relación entre los diferentes asesinatos?
—Estoy en ello. De momento no encuentro nada que los relacione. Salvo por la similitud de los crímenes, parecen totalmente independientes. De todos modos, en breve te mando un informe completo.
—Date prisa. Batman fuera.
—Oráculo fuera.

Batman se queda pensativo unos instantes. En su interior, se lamenta por no haber comenzado antes su propia investigación. La policía parece desconcertada, pero prefiere dar por resuelto cada caso, sin conectarlos. A pesar de que no hay duda alguna sobre los autores materiales de cada asesinato, la similitud entre los tres crímenes y el desconcierto de los detenidos hace sospechar a Batman que hay algo más. Algo oculto. Batman se lamenta por haberlo dejado pasar en un primer momento. Sin embargo, cualquiera que le observase, se maravillaría por su metodología concienzuda y su fuerte determinación.

“Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel, su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador.”

El hombre, aún con la mirada perdida, se dirige a la puerta de la habitación y la abre. Al otro lado se encuentra otro hombre, de rasgos similares a él, pero ligeramente más joven. Es su hermano pequeño. Éste le saluda efusivamente, pues sabe que el otro acaba de salir de la cárcel tras cumplir una pequeña condena por robo, pero el hombre de la mirada perdida tan sólo se limita a dejarle pasar, mientras cierra la biblia y la deja suavemente en una mesilla. Ya no la va a necesitar. Comienzan a conversar sobre nimiedades –qué tal el trabajo, la salud...–; el menor con más entusiasmo, el mayor apenas se limita a esbozar unas simples frases. Tiene la cabeza en otro sitio.



Action Tales
Action Tales: Universo DC
Action Tales: Universo DC - Índice de capítulos de Batman

miércoles, 19 de agosto de 2009

Batman # 9 (en Action Tales: Universo DC)

Título: Licántropos
Escritor: Igor Rodtem
Portada: Ovidio Miguel Maestro
Fecha de publicación: Noviembre de 2005



1

Bruce Wayne realiza una visita rutinaria a unos laboratorios de sus empresas, para comprobar el estado de los diferentes proyectos en marcha. En uno de ellos, se encuentra con los doctores Markheim y Wilkes, responsables de un estudio relacionado con la licantropía, lo cual llama la atención del millonario. Al parecer, los doctores habían dado con un virus que afectaba a los perros, causándoles graves alteraciones genéticas que hacían que se transformasen, de forma temporal, en unos animales feroces, más cercanos a los lobos que a los perros. Por lo visto, estas alteraciones iban en función de las fases lunares, siendo más notables las noches de luna llena, lo que había llevado a los doctores a investigar su posible efecto sobre los humanos, intuyendo una posible relación con el fenómeno de los hombre-lobo, la licantropía.

El doctor Wilkes explica a Wayne, con pelos y señales, el estado actual de la investigación, destacando el hallazgo de una variante del virus que, en teoría, afectaría a los humanos, convirtiéndoles en auténticos hombres-lobo. Sin duda, se trataría de un hallazgo increíble, pero Wayne se muestra receloso, pues únicamente prevé aplicaciones negativas del hallazgo. El doctor Markheim se muestra irascible con esos comentarios, argumentando que no sólo es un gran hallazgo científico, sino que puede suponer un gran avance en el mundo de la medicina. Wayne y Markheim acaban discutiendo, pero el doctor Wilkes consigue relajarlos finalmente. Wayne les permite continuar con su trabajo, pero no oculta sus reticencias, y les advierte que ha de pensar más detenidamente en todo aquello. También les pide datos de los virus y de la investigación, con la intención de analizarlos posteriormente, ya como Batman, en la Batcueva.

Más tarde. Bruce Wayne, enfundado en su traje de Batman, aunque liberado de la capucha y la capa, se encuentra en la Batcueva, analizando en el ordenador los extraños datos aportados por los doctores Wilkes y Markheim, sobre su estudio acerca de un posible virus causante de la licantropía. No exageraban en sus afirmaciones, todo parecía confirmarlo. Por suerte, dicho virus era muy inestable, lo que hacía que no fuera muy contagioso.

—Señor Bruce, aquí tiene la cena –Alfred entra en la Batcueva, portando una bandeja con unos alimentos,– libre de virus, claro.
—Esto es serio, Alfred...
—¿Y qué no lo es, cuando Batman anda por medio?
—Lo siento, Alfred, pero hoy no cenaré –Batman comienza a colocarse la capa y la capucha.– Ya he perdido mucho tiempo con esto, y ahí fuera hay criminales esperándome.
—Criminales con el estómago lleno... –replica Alfred.

Pero Batman no le responde ya, pues se dispone a partir hacia Gotham en el batmovil.

En un callejón cercano a los laboratorios de Industrias Wayne, se ve una sombra que avanza con rapidez. Se oye un gruñido. Un mendigo, que buscaba un lugar donde pasar la noche, agarra con fuerza una botella medio vacía. ¿Quién anda ahí?, grita, y como respuesta sólo recibe otro gruñido. De repente, escucha unos frenéticos pasos que se acercan hacia él, y el gruñido, que aumenta de intensidad, le provoca un escalofrío de terror, erizándole el vello de la nuca. Una enorme masa de carne y pelo se le abalanza, derribándole, y propinándole un feroz mordisco en el cuello. Un perro, piensa el mendigo, mientras nota cómo pierde las pocas fuerzas que tenía. El animal comienza a morderle salvajemente, pero el mendigo, incapaz de mover un solo músculo, ya no lo siente, pues poco a poco se le va escapando la vida. Antes de morir, otro pensamiento le viene a la cabeza: Un perro, no. Es un lobo...

Cerca de allí, en el laboratorio, una sombra se mueve torpemente entre la penumbra. Se sujeta la cabeza mientras murmura unas palabras, entre sollozos. Dios mío, qué he hecho...


sábado, 15 de agosto de 2009

Fan-fictions de Batman, en Action Tales

Desde hace ya algunos años mi relación con Batman va un poquito más allá de leer sus comics o ver sus películas. Me gusta escribir historias con Batman como protagonista. Son los llamados fan-fictions.

La wikipedia describe muy bien qué son los fan-fictions: a menudo de forma abreviada fanfic o simplemente fic, son relatos de ficción escritos por fans de una película, novela, programa de televisión o cualquier otra obra literaria o dramática [incluido los comics, añado yo]. En estos relatos se utilizan los personajes, situaciones y ambientes descritos en la historia original y se desarrollan nuevos papeles para estos personajes. El término fanfiction hace referencia tanto al conjunto de todos estos relatos como a uno en concreto, según el contexto.

Mi primera incursión en este bello arte del fan-fcition fue gracias a una propuesta que alguien hizo en el foro Ciudadanos de Gotham, allá por 2005, con la intención de que cada uno inventara una pequeña historia de Batman, con un nuevo villano de creación propia. Poco después, dicho relato, de título "Licántropos" se incluyó en una web precisamente dedicada a los fan-fictions: ACTION TALES. En Action Tales puedes encontrar diferentes secciones para los fics: los de personajes Marvel, los de DC, los dedicados a Star Trek y la sección Encrucijada, que recoge el resto de temáticas. Mi relato fue incluido en la serie Batman, concretamente en el nº 9. Por cierto, que hace años que no escribo por el foro, aunque intento leerlo con asiduidad.


La serie andaba entonces un poco parada, y volví a colaborar con una nueva historia para, poco después, recaer en mis manos la labor de escribirla de forma regular. En el momento de escribir estas palabras, la serie va ya por el nº 17, y continúa adelante. Los fanfictions se escriben por el simple gusto de hacerlo, y a menudo hace falta tiempo y ganas, pero he de reconocer que debería haber escrito bastante más.

Además de para la serie de Batman, también he escrito un par de fics para otra serie, Ciudadanos de Gotham, ambientada en los personajes anónimos de Gotham. El creador de la serie fue The Bat-fan, precisamente un compañero del comentado foro, y que repentinamente desapareció de este anónimo mundo de Internet (un saludo, allá donde estés, viejo amigo). Para la sección Encrucijada también he escrito un par de relatos, publicados en la serie El umbral de la noche.

Actualmente, la sección Universo DC se publica en formato blog, en una ubicación diferente al resto de Action Tales, en http://udc-fanfic.blogspot.com/. No puedo dejar de agradecer aquí la labor que realiza Raúl G. Peribáñez, no sólo como autor de relatos y portadas, sino editor, maquetador y alma mater de la sección DC de Action Tales. A su vez, el mandamás y gran impulsor de Action Tales es Doc Banner.


Ni que decir tiene que en todo Action Tales la calidad de los diferentes colaboradores, tanto escritores como los dibujantes de las diferentes portadas, es increíblemente alta. Merece la pena echarle un vistazo y encontrar nuevas historias sobre tus personajes preferidos, o incluso empezar a disfrutar con personajes que hasta ahora apenas conocías.

Yo aporto mi pequeño granito de arena, con ilusión, aunque cada vez que releo una mis historias, no hago más que encontrar nuevos fallos...

Como última curiosidad, Action Tales también está presente en Facebook.

Enlaces:

ACTION TALES
Universo DC en Action Tales
Fan-fictions de Batman y Ciudadanos de Gotham, en Universo DC (Action Tales)

Para el próximo post, Batman # 9 - "Licántropos", con una estupenda portada de Ovidio Miguel Maestro.